Los III Juegos Centroamericanos y del Caribe 1935 se llevaron a cabo en El Salvador.
Este festival del deporte de la región abarcaba varios deportes como el golf, la equitación, el boxeo y la lucha.
Un número aproximado de 741 atletas competirían por la gloria entre el entre el 16 de marzo y el 5 de abril de 1935.
El futbol, cada vez más popular en la región, se convertiría en uno de los deportes más seguidos por los aficionados.
El equipo mexicano se declaraba listo para intentar llevarse la medalla de oro aunque Cuba, campeón defensor y Costa Rica serían rivales difíciles de vencer.
Presentación de México en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 1935
Al llegar a tierras salvadoreñas, el equipo mexicano jugó un encuentro amistoso frente a Honduras el cual terminó siendo muy irregular.
Dos tiempos de 20 minutos y una suspensión por fallas en la energía eléctrica fueron el marco de un apretado triunfo mexicano por 2 a 1.
El resultado parecía darle la razón a quienes se oponían a esta aventura del futbol mexicano.
Tres días después, el 27 de marzo, México hacía su debut ante la selección local de El Salvador.
Muy pronto el nerviocismo mexicano desaparecía para dar rienda suelta a un triunfalismo que no tenía lugar.
México (Necaxa) luce su empaque de equipo y su gran momento llevándose el triunfo por 8 a 1, resultado tanto inesperado como gratificante.
Los goles mexicano se repartieron entre Vicente García 23, 70, Luis García Cortina 51, Tomás Lozano 62, 75, Hilario López 73, 80, 86.
Segundo Partido
Al día siguiente, los mexicanos saltaron de nuevo a la cancha para enfrentar al equipo de Guatemala.
Los mexicanos jugaron un primer tiempo por nota, avasallando de nuevo al rival.
Para el segundo tiempo los jugadores dosificaron el esfuerzo para evitar lesiones y mayores complicaciones.
Uno tras otro caerían los goles mexicanos: Hilario López 1, 28, Julio Lores 17, Luis Garcia Cortina 32, Vicente García 39
El resultado al final señala México 5, Guatemala 1.
El Duelo ante el Campeón
Cuba parecía no venir en su mejor momento a defender la corona, sin embargo, el equipo mexicano se encontraba bien concentrado para evitar sorpresas.
Julio Lores abre la cuenta pero muy pronto Requejo empata por Cuba.
Al 33 Hilario López adelanta de nuevo a México y al 44 Lores anota el 3 a 1.
En el segundo tiempo solo hubo un equipo en la cancha.
Julio Lores al 53 y al 76 y Felipe Rosas al 62, dejarían el 6 a 1 definitivo en el marcador.
Otro Fácil Triunfo
El equipo mexicano debía jugar frente a Honduras el 1 de abril y al día siguiente contra Costa Rica.
Los ticos, al igual que México, marchaban invictos y muy probablemente serían el rival a vencer para conquistar el título.
De cualquier forma, México mandó al campo a sus mejores hombres disponibles para asegurar una victoria.
Los goles comenzaron a car: Luis Pérez 10, Hilario López 15, 26, 55, 80, Tomás Lozano 29, Julio Lores 42, 73.
Un contundente 8 a 2 que dejaba la mesa servida para un gran encuentro por la supremacía del futbol Centroamericano y del Caaribe: México frente a Costa Rica.
El Partido por el Título
El 2 de abril de 1935 era la gran fecha para el futbol mexicano.
Por primera vez en su breve historia participando en torneos internacionales, se tenía la gran oportunidad de levantar un título.
El Necaxa enfundado en el uniforme nacional, había demostrado su buen nivel de juego y sobre todo, su gran momento competitivo.
Pero enfrente se encontraba un equipo de respeto.
Costa Rica no contaba con un gran historial internacional, pero si que contaba con jugadores de alto nivel.
Los Antonio Hutt, Rodolfo Muñoz Bush, Walter Evans y el goleador Emmanuel Amador, eran jugadores de cuidado y algunos de ellos harían carrera en México.
El partido resultó de altísimo nivel técnico, señalan los cronistas.
Ambos equipos tratando de imponer su estilo, manejando el balón y combinando con velocidad.
Al minuto 27, Luis Pérez, el famoso “Pichojos”, pone adelante a México tras brillante jugada.
Costa Rica se lanzó con todo al frente en busca del empate.
Una y otra vez los defensas mexicanos se multiplicaron para evitar el peligro. Raúl Estrada, portero mexicano, lució como en sus mejores días.
El asedio tico iba creciendo y parecía que podrían al menos igualar el marcador.
Pero en una magnífica jugada colectiva, Tomás Lozano coloca el balón en las mallas de Costa Rica para poenr tranquilidad a los suyos.
El agotamiento se notó en los veintidós titanes que se prodigaron en la cancha.
El silbatazo final señaló que México era el nuevo monarca. Si señores, ¡México campeón de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 1935!
Anexo: Resultados Oficiales
La historia del fubol en México